domingo, 19 de septiembre de 2010

EL MUERTO ES CASTIGADO POR LOS LLANTOS DE SU FAMILIA


Abdullah ibn ‘Umar relató que Hafsah lloró por ‘Umar (cuando estaba por morir), entonces él le dijo: 
“¡Silencio hija mía! Acaso no sabes que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia llora por él.”.

‘Umar relató que el Profeta (BP) dijo:
 “El muerto es castigado en su tumba por las lamentaciones sobre ella”.

El mismo hadiz ha sido narrado bajo la autoridad de ‘Umar a través de otra cadena de transmisores.

Ibn ‘Umar relató: 
“Cuando ‘Umar fue herido se desmayó y entonces hubo lamentaciones sobre él, al volver a la consciencia dijo: ‘¿No sabéis que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.

Abu Burda relató bajo la autoridad de su padre que: 
“Cuando ‘Umar fue herido Suhayb dijo (lamentándose): ‘¡hermano! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿No sabes que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo?’”.

Abu Musa relató: 
“Cuando ‘Umar fue herido Suhayb vino a verlo desde su casa y fue con ‘Umar, se puso a su lado y comenzó a llorar, entonces ‘Umar le dijo: ‘¿Por qué lloras? ¿Lloras por mí?’. Dijo: ‘¡Por Allah! Es por ti que lloro, ¡Emir de los Creyentes!’. Dijo: ‘¡Por Allah! Tu sabes que el Mensajero de Allah (BP) ha dicho: Aquel que es lamentado es castigado. Le mencioné esto a Musa ibn Talha y me dijo: ‘A’ishah dijo que esto era para los judíos’”.

Anas relató que cuando ‘Umar ibn Al-Jattab fue herido Hafsah se lamentó por él, entonces él dijo: 
“¡Hafsah! ¿No has escuchado al Mensajero de Allah (BP) decir: ‘El que es lamentado será castigado?’. Suhayb también se lamentó por él, y ‘Umar le dijo: ‘¡Suhayb! ¿No sabías que: Ciertamente el que es lamentado será castigado?’”.

Abdullah ibn Abu Mulaika relató: 
“Estaba sentado al lado de Ibn ‘Umar esperando el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman, y estaba también ‘Amr ibn ‘Uzman, entonces llegó Ibn ‘Abbas conducido por un guía y yo pensé que él estaba informando del lugar de Ibn ‘Umar, entonces vino hasta sentarse a mi lado, y yo estaba entre ellos dos (Ibn ‘Abbas e Ibn ‘Umar) cuando llegó un sonido (de lamentaciones) de la casa, entonces Ibn ‘Umar dijo: ‘(mientras le indicaba a ‘Amr que se pare y las detenga) Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: El muerto es castigado por el llanto de su familia’. Y así Abdullah generalizó (lo que había sido dicho para una ocasión particular) Ibn ‘Abbas dijo: ‘Estábamos con el Emir de los Creyentes ‘Umar ibn Al-Jattab entonces llegamos a Al-Baidá y había un hombre bajo la sombra de un árbol, y me dijo: Ve y dime quien es esa persona, fui y él era Suhayb, volví con él y le dije: Ordénale que venga a vernos, dije: Está con su familia, dijo: Aunque esté con su familia. Entonces, fue y le dijo (que viera al Emir de los Creyentes). Cuando volvimos (a Medina) no pasó mucho tiempo que el Emir de los Creyentes fue herido, entonces vino Suhayb y dijo: ¡compañero, oh hermano! Y ‘Umar le dijo: No sabes o no has escuchado que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia. En cuanto a Abdullah (Ibn ‘Umar), él lo generalizó (a toda ocasión), y ‘Umar, en cambio, lo aplicó a algunas ocasiones. Entonces me levanté y fui a lo de ‘A’ishah y le conté lo que había dicho Ibn ‘Umar y ella dijo: No, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (BP) nunca dijo que: El muerto es castigado por el llanto de su familia, sino que él dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con el llanto de su gente y ciertamente Allah es el que hace reír y hace llorar y nadie cargará con la carga ajena’. Ibn Abu Mulaika relató que Al-Qasim ibn Muhammad dijo que cuando las palabras de ‘Umar e ‘Ibn ‘Umar le fueron transmitidas a ‘A’ishah, ella dijo: ‘Ciertamente vosotros me habéis narrado de quienes no son mentirosos ni sospechosos de mentir pero si de (algunas veces) escuchar erróneamente’”.
Abdullah ibn Abu Mulaika relató: 
“La hija de ‘Uzman ibn ‘Affan murió en Makka, y fuimos a presenciar sus funerales. Estaban presentes Ibn ‘Umar e Ibn ‘Abbas y yo estaba sentado entre ellos dos, primero me senté al lado de uno de ellos y luego llegó el otro y se sentó a mi lado. Abdullah ibn ‘Umar le dijo a ‘Amr ibn ‘Uzman que estaba sentado frente a él: ‘¿Por qué no prohibes los llantos?, ya que el Mensajero de Allah (BP) dijo: Ciertamente el muerto es castigado cuando su familia se lamenta por él’. Ibn ‘Abbas dijo: ‘ ‘Umar solía decir algo por el estilo’. Luego narró: ‘Veníamos de Makka con ‘Umar hasta llegar a Al-Baidá cuando vimos un grupo de jinetes bajo la sombra de un árbol, y (‘Umar) me dijo: Ve a ver quienes son esos jinetes. Fui. Observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que observé y Suhayb estaba entre ellos, lo informé de esto y me dijo: Dile que venga. Entonces volví con Suhayb y le dije: Ve y reúnete con el Emir de los Creyentes. (Luego) cuando ‘Umar fue herido llegó Suhayb llorando y diciendo: ¡hermano, oh compañero! Entonces ‘Umar le dijo: ¡Suhayb! ¿Lloras por mi? Y el Mensajero de Allah dijo: Ciertamente el muerto es castigado por algunas lamentaciones de su familia por él. Ibn ‘Abbas dijo: Cuando ‘Umar murió le mencioné esto a ‘A’shah y ella dijo: Que Allah tenga misericordia de ‘Umar, ¡por Allah! El Mensajero de Allah (BP) nunca dijo: Ciertamente Allah castiga al creyente por el llanto de alguien, sino que dijo: Ciertamente Allah aumenta el castigo del incrédulo con las lamentaciones de su gente por él. El Corán es suficiente para vosotros: Nadie cargará con la carga ajena. (6:164)’. E Ibn ‘Abbas dijo: ‘Y Allah es El que te hace reír y El que te hace llorar’. Ibn Abu Mulaika dijo: ‘Por Allah, Ibn ‘Umar no dijo nada’”.
‘Amr relató bajo la autoridad de Ibn Abu Mulaika: 
“Estábamos en el funeral de Umm Aban, la hija de ‘Uzman”, y el resto del hadiz es el mismo pero él no lo narra bajo la autoridad de ‘Umar del Profeta (BP) como si lo narraron Ayyub e Ibn Yarayy, y el hadiz de estos dos es más completo que el de ‘Amr.
Abdullah ibn ‘Umar relató que el Mensajero de Allah (BP) dijo: 
“Ciertamente el muerto es castigado por el lamento del vivo”.

Hisham ibn ‘Urwah narró bajo la autoridad de su padre que le mencionaron a ‘A’ishah el dicho de Ibn ‘Umar: 
“El muerto es castigado por el llanto de su familia por él. 

Entonces ella dijo: 
‘Que Allah tenga misericordia de Abu ‘Abdu Rahman (el kunia de Ibn ‘Umar), escuchó algo pero no lo retuvo (bien) (lo que pasó fue que) pasó frente al Mensajero de Allah (BP) el funeral de un judío y (su gente) lloraba por él entonces dijo: Vosotros lloráis y él está siendo castigado’”.

Hisham ibn ‘Urwah relató bajo la autoridad de su padre que le fue mencionado a ‘A’ishah que Ibn ‘Umar había narrado que el Profeta (BP) había dicho: 
“Ciertamente el muerto es castigado en su tumba por el llanto de su familia por él”. Entonces ella dijo: “Entendió mal, lo que el Mensajero de Allah (BP) dijo fue: ‘Ciertamente es castigado por sus errores y sus pecados, y ahora su familia llora’, esto es como cuando dijo que el Mensajero de Allah (BP) se detuvo ante el foso donde estaban los cuerpos de los politeístas muertos en la batalla de Badr y dijo: ‘Ciertamente ellos escuchan lo que les digo’, y realmente Ibn ‘Umar había entendido mal porque lo que el Profeta (BP) dijo fue: ‘Ciertamente ellos saben que lo que yo les decía era verdad’”. Luego ella recitó: “Tu no puedes hacer que los muertos oigan(27:80), y: Tu no puedes hacer que quienes están en las sepulturas oigan (35:22), y no les puedes informar cuando hayan tomado sus asientos en Fuego”.

Este hadiz ha sido transmitido por Ibn ‘Urwah con la misma cadena de transmisores. El hadiz narrado por Abu Usama es más completo.

Amra, la hija de ‘Abdu Rahman, narró que escuchó de ‘A’ishah y le fue mencionado a ella que Abdullah ibn ‘Umar dijo: 
“Ciertamente el muerto es castigado por el llanto del vivo”. 
Entonces ‘A’ishah dijo: 
“Que Allah perdone a Abu ‘Abdu Rahman (Ibn ‘Umar), él no mintió pero se olvidó o se equivocó, ya que el Mensajero de Allah (BP) pasó cerca de una judía que estaba siendo llorada, entonces dijo: ‘Ellos lloran por ella y ella está siendo castigada en su tumba’”.

‘Alí ibn Rabi’ah relató: 
“El primero del que se lamentaron en Kufa fue Karata ibn Ka’b, entonces Al-Mughira ibn Shu’bah dijo: ‘Escuché al Mensajero de Allah (BP) decir: Aquel del que se lamentan (al morir) será castigado por lo que se lamentaron por él en el Día del Juicio’”.

Un hadiz también como este ha sido narrado por Al Mugirah ibn Shu’bah del Mensajero de Allah (BP).

Este hadiz también ha sido narrado del Mensajero de Allah (BP) a través de otra cadena de transmisores.

Abu Malik Al-Ash’ari relató que el Profeta (BP) dijo: 
“Mi comunidad tiene cuatro características de la época pre-islámica que no abandona: el orgullo por la posición, el denigrar los antepasados (de los otros), la búsqueda de lluvia por las estrellas y las lamentaciones (por los muertos)”, y dijo: “Si la que se lamenta no se arrepienta antes de morir resucitará en el Día del Juicio usando ropa de alquitrán y una camisa de sarna”.

‘A’ishah relató: “Cuando le dijeron al Mensajero de Allah (BP) que habían matado a Ibn Hariza, a Ya’far ibn Abu Talib y a Abdullah ibn Rawaha, el Mensajero de Allah (BP) se sentó mostrando signos de tristeza y yo lo miraba por la rendija de la puerta, y vino un hombre y dijo: 
‘¡Mensajero de Allah! ¡Las esposas de Ya’far!’, y luego mencionó sus (excesivas) lamentaciones. Entonces, (el Profeta) le ordenó que fuese (a ellas) y se lo prohibiese. El hombre fue y volvió diciendo que no le obedecieron. El Profeta (BP) repitió la orden de ir y prohibirles. Al tiempo, el hombre regresó diciendo: ¡Por Allah! ¡Nos han sobrepasado Mensajero de Allah! ‘A’ishah pensó que el Mensajero  de Allah (BP) le había dicho (al hombre): ‘¡Ve y lánzales tierra en sus bocas!’ Entonces, ‘A’ishah recriminó al hombre con las siguientes palabras: ‘¡Que Allah te humille! No hiciste lo que el Mensajero de Allah te ordenó ni dejaste de molestarlo’”.

Este hadiz ha sido transmitido por Yahia ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores como el transmitido por Abdul Aziz que cambia estas palabras: 
“No dejaste de incomodar al Mensajero de Allah (BP).”

Umm Atíia relató: “Además del juramento de obediencia el Mensajero de Allah (BP) nos tomó una promesa: que no nos lamentaríamos (exageradamente por los muertos). Pero sólo cinco de nosotras cumplimos con esta promesa: Umm Sulaim, Al-Ala, la hija de Abu Sabra esposa de Muádh o la hija de Abu Sabra y la esposa de Mu’adh”.

Umm Atíia relató: “Junto con el juramento de obediencia al Mensajero de Allah (BP) le prometimos no lamentarnos exageradamente por los muertos y sólo cinco de nosotras cumplimos, entre ellas Umm Sulaim”.

Umm Atíia relató: 
“Cuando fue revelada esta aleya: ‘Cuando vengan a ti las creyentes para jurarte fidelidad en los términos de no asociar nada a Allah... y no desobedecerte en nada de lo reconocido como bueno...’. (60:12) 
Ella dijo: 
‘En esto estaban (incluidas) las lamentaciones’. Entonces dije: ‘¡Mensajero de Allah! Exceptúa a la tribu de fulano, ya que ellos me ayudaron en los tiempos preislámicos y sin duda yo los tendré que ayudar a ellos (en sus lamentaciones)’. Entonces el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘Excepto la tribu de fulanos’”.  


SAHIH MUSLIM Vol. II, número VIII
Del Imam Abi Al Husayn Muslim bin Al-Hayyay Al-Qushayri Al-Nisaburi